Sistemas automáticos
Es el conjunto de equipos capacitados para luchar contra el fuego que intervengan medios humanos. La constante evolución en las necesidades de la industria y los servicios hace necesaria la construcción de instalaciones y edificios mejor equipados y más grandes, con un consecuente riesgo mayor de incendios. Los medios de extinción portátiles no son suficientes. Son necesarias instalaciones fijas ajustadas a la clase de riesgo, automático, es decir, detecten el fuego y lo extingan, incluso sin la intervención de personas. Son complejos sistemas de protección contra incendios solo garantía total de seguridad si han sido diseñados adecuadamente, instalados de forma correcta y se mantienen en condiciones óptimas de funcionamiento.
Elementos de los sistemas automáticos
Cada tipo de sistema funciona con determinados componentes específicos, hay elementos típicos como:
Sistema de detección: formado por iniciadores de incendio que captan la presencia del fuego. Pueden estar integrados en el equipo, como son rociadores, o formar parte de un sistema ajeno de detección automática de incendios.
Central de alarma: procesa las señales recibidas por los equipos detectores y actúa en función de parámetros programados: comunicar la alarma, activar el mecanismo de disparo, conectar otros sistemas y más.
Dispositivos de descarga: son los elementos que han de proyectar el agente extintor sobre el espacio incendiado (rociadores, emisores, difusores,...)
Depósito de almacenamiento del agente extintor: dependiendo de él se pueden contener en recipientes de características, tamaños y formas muy variados.
Tipos de sistemas automáticos
Los componentes de las instalaciones antes descritos se colocan en sistemas de protección contra incendios configurados en base al agente extintor utilizado para anular los efectos del fuego:
● Sistemas automáticos de rociadores de agua.
● Sistemas automáticos de extinción con agua: pulverizada, por aspersión o nebulizada.
● Sistemas de CO2 (o anhídrido carbónico).
● Sistemas de extinción con espuma.
● Sistemas de extinción con polvo.
● Instalaciones fijas de gases inertes: usan gases sustitutivos del halón.
● Instalaciones automáticas para la extinción.
Mantenimiento de las instalaciones fijas.
Conforme al apéndice 2 del RIPCI a estos medios sistemas se dará el programa mínimo de mantenimiento:
1. Operaciones a hacer cada tres meses por personal de una empresa mantenedora autorizada, o bien, por el personal del usuario o titular de la instalación:
● Confirmación de que las boquillas del agente extintor o rociadores están en buen estado y libres de obstáculos para su funcionamiento correcto.
● Confirmación del buen estado de los componentes del sistema, especialmente de la válvula de prueba en los sistemas de rociadores, o los mandos manuales de la instalación de los sistemas de polvo, o agentes extintores gaseosos.
● Confirmación del estado de carga de la instalación de los sistemas de polvo, anhídrido carbónico, o hidrocarburos halogenados y botellas de gas impulsor cuando haya.
● Confirmación de los circuitos de señalización, pilotos y más en los sistemas con indicaciones de control.
● Limpieza general de todos sus componentes.
2. Operaciones a hacer cada año por el personal especializado del fabricante o instalador del equipo o por el personal de la empresa autorizada:
● Comprobación integral de:
✔︎ Comprobación de los componentes del sistema, principalmente los dispositivos de disparo y alarma.
✔︎ Confirmación de la carga que hay en el agente extintor y del indicador de la carga.
✔︎ Confirmación del estado del agente extintor.
✔︎ Prueba de la instalación en las condiciones de su recepción.
Ambas partes han de conservar constancia documental del acatamiento del programa de mantenimiento preventivo, indicando por lo menos: las operaciones efectuadas, el resultado de verificaciones y pruebas y, en su caso, la sustitución de elementos defectuosos. Las anotaciones deben estar al día y encontrarse a disposición de los servicios de inspección de la comunidad Autónoma correspondiente.