El funcionamiento de los detectores de movimiento por infrarrojos, está basado en que el detector de movimiento pueda detectar la una pequeña diferencia, entre la temperatura del cuerpo humano y la temperatura ambiente.
Cuando la temperatura del cuerpo humano es diferente a la temperatura que hay en el ambiente, la radiación que genera el intruso es empleada para activar un contacto dentro del detector que provocara una señal de alarma. Si la temperatura ambiente es muy parecida a la temperatura del cuerpo humano, la posibilidad que el detector de movimiento pueda diferenciar entre las 2 temperaturas disminuye y es en estos ambientes, cuando los detectores infrarrojos (PIR) pueden ocasionar falsas alarmas.
Estos detectores infrarrojos (sensor infrarrojo pasivo) con lentes estándar, es ideal donde la temperatura ambiente no es muy elevada.
Los detectores infrarrojos con Inmunidad Animal o Anti Mascotas, son otra variante dentro de estos dispositivos muy utilizados para uso residencial. Estos detectores no sólo permiten cualquier movimiento sin restricción a los animales, en zonas residenciales, también disminuyen las falsas alarmas causadas por otros pequeños animales como pequeños roedores, pájaros en instalaciones comerciales. Algunos detectores infrarrojos incorporan un microprocesador capaz de poder discriminar si la señal recibida dentro del campo de acción, pertenece a un ser humano o un animal.
Para evitar problemas de falsas alarmas, hay otro tipo de detectores que combinan dos tecnologías distintas, infrarrojos pasivos, que detectan los cambios de temperatura que el intruso pueda ocasionar en el medio y microondas que detectan el movimiento de cuerpos en el medio. Para realizar el disparo deberán activarse ambas tecnologías. De esta forma, conseguimos un detector de muy alta fiabilidad.