Las cajas fuertes se usan en los entornos más variados. Para elegir la más adecuada, lo primero que se debe definir es el tipo de uso que tendrá la caja de seguridad. Puede utilizarse para guardar objetos de valor o dinero en casa o habitaciones de hotel, custodia de armas de fuego de particulares y de organismos oficiales, empresas de seguridad y armerías, o para las empresas que requieren de proteger las recaudaciones en efectivo.
Las empresas y organizaciones que requieren proteger sus archivos, en soportes informáticos magnéticos o papel, por medio de armarios de seguridad ignífugosque además brindan un nivel de seguridad extra ante intrusos y robos.
Es imprescindible conocer el tamaño para almacenar las pertenencias y el tipo de cerradura que más se ajusta a las necesidades concretas, ya sea mediante una cerradura con llave, combinación electrónica o mecánica.
En ciertos casos, las de uso empresarial como joyerías, bancos, armerías o empresas de compra-venta oro deben cumplir con normativas oficiales y así asegurar grados de seguridad estándar desde el Grado 1 hasta el grado 4, mientras que en caso de las del hogar y en habitaciones de hotel pueden variar en función del nivel de seguridad que se requiere por el seguro contratado como complemento de seguridad o por exigencia propia.
La clave se encuentra en tener una caja fuerte que se caracterice con una gran calidad de materiales y construcción y en la confianza que ofrecen los principales fabricantes con los que se trabaja.