A causa de la crisis económica, el país se está exponiendo mucho más al peligro que antes, y especialmente en la seguridad de las instalaciones, los bienes y las personas, ya que se rebajan los precios con la consecuencia de falta en calidad. Se busca ofrecer lo más barato, y esto incide en reducir costes y dar menos que antes.
Empiezan a surgir empresas mantenedores e instaladores sin experiencia ni especialización, las cuales por esta misma razón desatienden aspectos muy importantes que sí ofrecen técnicos especializados y profesionales. Todo ello incide en la calidad y fiabilidad que debe tener el equipo o sistema.
Se recomienda a responsables de seguridad de las instalaciones leer los certificados de instalador o mantenedor para comprobar la autorización para realizar trabajos encomendados así como un correcto cumplimiento de otros requisitos de prevención, seguridad y fiscales. Es necesario revisar los precios, ya que no se puede realizar un trabajo de instalación o mantenimiento por debajo del coste que dé lugar posteriormente a un incumplimiento de lo pactado y con mayores riesgos, ya que las personas piensan (equivocadamente) que se encuentran protegidas ante un incendio.