Extintores
Los extintores de incendios sirven para apagar un fuego de forma inmediata. Utilizan diferentes sustancias en su composición. Aunque parezcan muy similares, se diferencian unos de otros en su tamaño, los agentes químicos que emplean en su estructura y la eficiencia. Algunos de los más frecuentes son los que vamos a ver más abajo.
Extintores de polvo
Estos extintores son los más convencionales. Pueden llegar a tener entre 1 kilogramo y 50 kilogramos de capacidad. El polvo ABC es el elemento encargado de apagar las llamas.
Entre los componentes que conforman este tipo de extintores podemos encontrar los siguientes: manetas superior e inferior, remache semitubular, manómetro, válvula, casco, tubo sonda y muelle.
Concebido para combatir tres clases de fuego: clase A (objetos sólidos), Clase B (elementos líquidos) y Clase C (combustibles eléctricos).
Extintores de CO2
Su peso varía entre 2 Kg y 10 Kg. Se componen de: botella (especialmente de acero aleado estirado sin soldadura), válvula, tubo sonda, vaso difusor y etiqueta adhesiva. La presión ideal para este tipo de extintor es de 250Bar.Combate 2 clases de fuego: Clase B y Clase C.
Extintores automáticos
Entre 6 y 9 kilogramos. Se caracterizan por su instalación rápida y sencilla frente al elemento que se desea proteger (protección 24 horas). Tras detectar humo automáticamente disparan un chorro de producto, por lo que resulta imprescindible en sitios peligrosos como fábricas de agentes químicos.
Se compone de botella, válvula, tubo sonda, sprinkler o rociador y placa para retimbrado. Apto para fuegos de Clases A, B, y C.
Extintores hídricos
Entre 6 y 9 Kg de capacidad de carga total. Como su nombre indica funcionan por medio del agua, aunque a veces se emplea espuma. Aptos para combatir los combustibles de Clase A y B, se consideran los mejores para mantener un equilibrio en el medio ambiente ya que no lo dañan con productos químicos.